Las empresas, las escuelas, las Universidades, las Administraciones, y en general las organizaciones e instituciones que aportan actividades, iniciativas y recursos para la formación de aquellos profesionales que velan por la seguridad de los colectivos de trabajadores sometidos a riesgo, se van dando cuenta, poco a poco, que la formación puede caer en un trámite si no se incide de manera eficaz en los comportamientos de los receptores de la formación, llámense alumnos, grupos de riesgo, personas problemáticas, mandos intermedios insensibles o directivos agobiados.
Pero como que lo que menos se dispone es de tiempo para formar, hay que tender a las sesiones cortas contundentes por encima de los cursos largos con exceso de prosa. Pero también hay que saber formar a los formadores para que tales sesiones sean de impacto, de convencimiento, de incisión real en los cambios de hábitos y actitudes de los trabajadores. La sesión precisa de una información previa de los alumnos (individual o grupal) pero que permita al formador saber las características predominantes en los asistentes a la sesión para enfocar la acción formadora hacia los puntos calientes. Cambiar una actitud necesita de impacto y por ello, las sesiones deben abandonar la retórica para ser eficaces y conseguir que el asistente se sienta invadido por sensaciones y sentimientos duraderos.
El BBS (Behaviour Based Safety) que fomenta el contacto personal, emocional y casi a medida de las personas en riesgo es el marco de futuro que apunta como inevitable. No hay directiva europea aun sobre ello pero ya se oyen los tambores en la lontananza. Pronto los Cursos CAP reglamentarios nos parecerán insuficientes. El BBS ya lo aplican las empresas que venden calidad. Y esa es la línea que hacemos predominar en nuestros Cursos de Formación de Formadores. Tanto en la cuarta edición del Curso de Laboral Vial como en el que específicamente está convocado sobre cambios de hábitos y actitudes. En upcplus.com seguridad vial los encontraréis.