El pasado día 19 de diciembre la empresa británica de fundición Sheffield Forgemasters, en South Yorkshire, fue condenada por el juez a pagar 245.000 libras (unos 300.000 euros) por los fallos de seguridad que, el 30 de mayo de 2008, llevaron a la muerte de un empleado por intoxicación por dióxido de carbono después de que el sótano en el que estaba trabajando (ver fotografía), cuyo único acceso era una boca de hombre, se llenara de dicho gas al dispararse el sistema contraincendios.
El trabajador fue encontrado inconsciente por sus compañeros y su fallecimiento se produjo antes de llegar al hospital.
El trabajador estaba realizando tareas de mantenimiento eléctrico en el sótano cuando sus compañeros oyeron sonar la alarma de incendios. Se dirigieron rápidamente al lugar para socorrerle, pero la elevada concentración de dióxido de carbono impidió que pudieran bajar, por lo que el accidentado no pudo ser sacado del recinto hasta que fue demasiado tarde.
Investigaciones posteriores mostraron que el sistema antiincendios se activó debido al humo producido por una sierra con motor de gasolina que el accidentado usó para cortar algunos cables.
El juez consideró que no se habían evaluado los riesgos ni planificado las medidas de emergencia apropiadas, por lo que impuso a la empresa una multa de 120.000 libras, a las que añadió otras 125.000 libras en concepto de costas.
Después del juicio, Jill Thomson, inpectora del HSE, declaró: Fue un accidente muy impactante que desembocó en la muerte innecesaria del Sr. Wilkins. Las tragedia pudo haber sido mucho peor, pues fue pura suerte que los otros cuatro trabajadores que entraron en el sótano para socorrer al Sr. Wilkins no corrieran la misma suerte que él".
La exposición a concentraciones entre el 10 y el 15% de dióxido de carbono producen mareo e inconsciencia en menos de un minuto. La exposición a concentraciones entre el 17 y el 30% son mortales en menos de un minuto.
Las muertes múltiples en los espacios confinados no son infrecuentes. Por ello, en distintos países, entre ellos el Reino Unido, existen reglamentos preventivos específicos sobre este tema.
Fuente: HSE